No son pocas las ocasiones en las que nos encontramos nuestras fotografías siendo usadas sin nuestra autorización.
Puedo llegar a entender que alguien que tiene un blog personal, sin ningún fin comercial, busque fotografías en google images (o en otros servicios) y las tome para ilustrar sus textos. Es una buena costumbre al menos enlazar a la fuente de la que procede la imagen y reconocer su autoría. No ya porque sea un derecho legítimo del fotógrafo (que lo es), sino porque como a todos, a nosotros también nos gusta que se reconozca nuestro trabajo.
En otras ocasiones el uso es mucho más hiriente, porque lo utilizan empresas para sus fines comerciales. He visto de todo y sólo hay que darle un repaso al muro del grupo de Facebook «Stop Clausulas Abusivas» para ser consciente de la magnitud de este problema.
Curiosamente, lo que a mi me parece de una claridad meridiana, para otros parece no estar tan claro. Mucha gente considera que lo que está en internet no tiene autor y es gratis. Incluso me he encontrado con abogados de empresas que me han argumentado precisamente eso.
Con el siguiente gráfico tan sólo pretendo resumir algunas de las casuísticas que se me han ido planteando cuando me encuentro fotografías mías utilizadas sin permiso o cuando alguien me pregunta si puede utilizarlas.
Para ver el gráfico en detalle puedes pulsar aquí.
Y tu, ¿qué opinas?