Es curioso como la perspectiva cuando uno está dentro y cuando está fuera de un sector (en este caso el fotoperiodismo) cambia por completo.
Ya he comentado en alguna ocasión que pasa mucho con los conciertos. Hay quien ve a los fotógrafos como esos afortunados que están en primera fila, pasan al backstage, hacen fotos de cerca, etc… Nosotros, al menos yo, lo que veo en muchas ocasiones, es que tengo que ver el concierto por un visor pequeño, normalmente sólo las dos o tres primeras canciones, y que tengo que estar preocupado por estorbar lo menos posible al público, a mis compañeros y a los organizadores, seguridad, etc…
Pues hoy me ha vuelto a suceder con la visita de los Príncipes a Cáceres. Una mujer me preguntaba si los he visto muy de cerca, le he dicho que a unos metros y me ha intentado hacer ver la suerte que tenía.
En parte es cierto, formo parte del grupo de privilegiados que lo han podido ver de cerca. Aunque no sea algo que me apasione, puedo entender que hay a quien le pueda parecer una experiencia importante ver al príncipe de cerca.
Pero la historia tiene un trasfondo que es el que normalmente no se ve ni se sabe. Hacer estas fotos implica que te tienen (o tienes) que acreditar, que debes estar al menos 1 hora antes allí para que puedan comprobar todo tu equipo, que el espacio que tenemos los gráficos para realizar la foto o el video suele estar muy restringido, por lo que la tensión entre nosotros suele ser alta y que llegado el momento de hacer la fotografía (unos 40 segundos) cualquier incidente (una mano fuera de su sitio, alguien de seguridad que se pone delante, el flash o la cabeza de un compañero que se mete en el encuadre,etc) te estropea la única oportunidad que ibas a tener para conseguir «la foto» que necesitabas. Y digo que necesitabas, porque si cobras por fotografía, has invertido una 3 horas de tu trabajo (te desplazas, esperas, haces las fotografías, te desplazas de vuelta, seleccionas, preparas y envías) para sacar un par de fotografías con suerte.
Y si los gráficos hoy hemos podido sacar poco, no me quiero ni imaginar los redactores…
Hay situaciones en la prensa que son muy interesantes, incluso emocionantes, pero para mi esta no es una de ellas.
Por eso cuando los que lo ven desde fuera me dicen que les gustaría poder estar en mi lugar, pienso: ¿seguro?.